Los poetas malditos de Paul Verlaine

Los poetas malditos de Paul Verlaine, es una obra que resulta una ayuda para el que quiera conocer a los poetas que algunos llamaron “decadentistas” y que pertenecían al círculo cercano del poeta francés Paul Verlaine el autor precisamente de esta obra en prosa en donde habla sobre el trabajo de cada uno de esos poetas al que él mismo llamó así y entre los que se citó también, además de algunas anécdotas que permiten ver más allá de la obra poética de dichos autores porque ellos eran la mayor parte, amigos de Verlaine.

Verlaine definió él mismo el término de “maldito” que se asumió para si y para el resto de dichos autores, siendo que lo concebía para aquellos que no eran comprendidos ni en su forma de vida, la bohemia, ni en su obra por sus contemporáneos y que por eso mismo no lograban obtener reconocimiento ni fortuna y que eran “malditos”, Arthur Rimbaud (al que también se le considera representante del movimiento simbolista), Stéphane Mallarmé (también colocado entre la vanguardia francesa), Marceline Desbordes Malbore una poetisa un tanto “gótica” demasiado triste y demasiado deprimida que quizá por ello mereció la distinción de Verlaine de incluirla como única mujer entre los poetas malditos. Tristán Corbiere, desconocido hasta que Verlaine lo incluyó en sus poeta, un simbolista que sería reconocido pronto gracias al grupo en donde fue incluido. Auguste Villiers de L’Isle-Adam, un poeta que encontraba especial gusto en lo macabro y que se convirtió en un talento del teatro y la narración simbolista.  Corbiere murió de tuberculosis a los 29 años. Rimbaud murió de un carcinoma a los 37 años en Marsella. Mallarmé murió de un espasmo respiratorio a los 56 años en 1898. Auguste Villiers murió a los 50 años sin que nadie se enterara. Verlaine murió a los 51 años aparentando tener 20 más, los días tristes de su relación con Rimbaud y el rechazo público le habían envejecido. Se ignora cómo murió Marceline Desbordes.

Con el tiempo el calificativo de “autores malditos” se fue extendiendo hasta genios como Edgar Allan Poe y John Keats, realmente entre todos los que fueron calificados en tal manera por Verlaine y en las siguientes generaciones se encuentran los más grandes talentos en su arte.